Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye un mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y beneficioso para el individuo y para su especie.
Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la amígdala, situada en el lóbulo temporal.
Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia y ansiedad en la persona, ya que la persona puede sentir miedo sin que parezca existir un motivo claro.
Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos (
miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte, miedo al ridículo) y guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura
El miedo, comenzó siendo algo positivo en las sociedades prehistóricas, que salvaguardaba a nuestros antecesores de peligros como los depredadores, las inclemencias del tiempo y demás amenazas, colaborando así en la supervivencia de la especie.
A medida que las sociedades fueron avanzando, las teorías sobre los temores fueron creciendo paulatinamente a estas, siendo utilizado en muchas ocasiones por los grandes poderes para controlar a las masas o para moldear a las poblaciones a su antojo.
Un ejemplo claro de esto fueron las grandes políticas autoritarias, que se apoyaban en el terror para asentar sus mandatos, como el nazismo que asoló Europa durante los años 30 y 40 del siglo pasado, que basó gran parte de su poder en el miedo. También la fundación de terrores en contra de otros colectivos o etnias ha ayudado a la consolidación de sistemas políticos, demonizando y achacando males y peligros a diversos grupos que en muchas ocasiones distaban de encarnar las características que se les atribuían.
Las religiones y muchas supersticiones , también se utilizaron para paliar los miedos, como por ejemplo las promesas vikingas del Valhala, el paraíso donde iban los muertos caídos en combate, que, a través de esa creencia, los guerreros perdían su miedo a la muerte en la batalla. Muchas creencias han ayudado a las personas a lo largo de la historia como catarsis contra fobias o como impulso para la superación de terrores.
Los dioses vengativos, el infierno y las deidades malignas, las criaturas sobrenaturales… siempre han hecho que los crédulos vivan temerosos de realizar actos “moralmente reprobables”, simplemente por el miedo a lo desconocido. Varios rasgos comunes en muchas religiones siempre han sido el fin del mundo y los entes malignos, sembrando el pánico entre los fieles y dejando resquicios de terror entre las sociedades modernas.
La pintura, especialmente la contemporánea, ha retratado las angustia del ser humano moderno. Un ejemplo conocido es el del pintor expresionista Edvard Munch en su emblemático cuadro el grito,aunque los ejemplos se podrían multiplicar a casi todas las épocas, como en el caso de El Bosco, Brueghel o las obras de Piranesi.
El triunfo de la Muerte es una de las obras más conocidas de Pieter Brueghel el Viejo. Un óleo sobre tabla de 117 cm de alto x 162 cm de ancho, pintado hacia el año 1562. Escuela flamenca del siglo XVI.
El Grito, del noruego Edvard Munch
Detalles del infierno en "El jardín de las delicias " de Bosco
Una de las primeras y más renombradas colecciones de grabados de Piranesi fueron sus Prisiones (Carceri d'Invenzione, 1745-1760), en donde transformó las ruinas romanas en fantásticos y desmesurados calabozos dominados por enormes y oscuros pasadizos, empinadas escaleras a increíbles alturas y extrañas galerías que no conducen a ninguna parte. Estos grabados ejercieron una enorme influencia en el romanticismo del siglo XIX, jugando también un destacado papel en el desarrollo, ya en el siglo XX, del surrealismo e incluso en los decorados para el cine de terror.
Después de hablar de miedos se me ocurrió saber a qué le tenés miedo
Cuando era niña yo le tenía miedo a la oscuridad ¿y vos?
http://www.nationalgeographic.es/ciencia/salud-y-cuerpo-humano/en-qu-consiste-el-miedo